En Honshu, la isla principal, los cerezos empiezan a florecer entre finales de marzo y principios de abril, justo después del florecimiento de los ciruelos. La esperada llegada de la celebración simboliza no únicamente el fin de la estación fría, sino también el comienzo de una nueva etapa, más fructífera y bella que la anterior.
Anjali Domínguez
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